🗳️Labour El giro de 180 grados de las Asambleas Ciudadanas demuestra que temen al pueblo

🗳️Labour El giro de 180 grados de las Asambleas Ciudadanas demuestra que temen al pueblo

El giro de 24 horas del Partido Laborista sobre la introducción de las Asambleas de Ciudadanos es una prueba de la idea radical de dejar que la gente de a pie controle su propio futuro. Cuando te das cuenta de eso, no es de extrañar que Keir Starmer les tema. Debería temerlas. 

Las Asambleas de Ciudadanos son nuestra última esperanza de gobierno racional en nuestra era de colapso climático. Pero los "poderes que pronto serán" se empeñaron en cooptarlas. Sólo quieren utilizarlas para remendar la deshilachada legitimidad del régimen neoliberal. Eso es más o menos lo que hace el Partido Laborista. 

Pero una vez que surgió el fantasma de la democracia real, el partido abandonó la idea como una piedra caliente. Igual que cuando los laboristas respondieron a la Corbynmania intentando desesperadamente impedir que la gente corriente se afiliara al partido.

Las Asambleas de Ciudadanos son desde hace tiempo el sueño húmedo de las clases medias liberales. Es como el último pastel que pueden tirar por la ventana de sus torres de marfil antes de que salgan las horcas. No funcionará. 

Cualquier asamblea ciudadana respaldará al pueblo por definición. Haría falta una manipulación demasiado evidente para desbaratarlas una vez que inevitablemente propongan políticas racionales y de sentido común. Cosas como: "Parece que este país no tiene suficiente dinero para que su gente viva dignamente. Así que vamos a gravar a los alucinantemente ricos. Podemos usar eso para pagar algunos hospitales, escuelas y transporte público". 

Es más que ingenuo creer que las élites se tragarán la idea de que las Asambleas de Ciudadanos son una "buena idea", como los pavos que votan en Navidad. 

No tiene sentido esperar a que el gobierno lo haga por nosotros. Sólo permitirán una pálida imitación de lo real. 

Las Asambleas de Ciudadanos no son una solución tecnocrática. Son un acto político revolucionario. Si se les da poder real como Cámara de Ciudadanos, pueden cambiar el régimen de una forma representativa corrupta a un sistema incorruptible basado en la sortición, en el que la gente corriente sea seleccionada por sorteo. 

Las Asambleas de Ciudadanos sólo adquirirán poder real si los movimientos sociales radicales las crean por sí mismos. De este modo, obtendrán rápidamente el poder político popular para contrarrestar el poder constitucional de la Cámara de los Comunes. 

Así pues, el escenario estará preparado para las batallas clásicas de la lucha social del siglo XXI. Adelante.


Tengo dos enfoques:

  • Revolución - Construir formaciones sociales para crear la revolución y guiar los momentos de disrupción social.
  • Una sociedad equilibrada - Construir la nueva civilización basada en un nuevo equilibrio de democracia deliberativa, compasión y consumo limitado.

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