⚖️ Equilibrio: Construir la próxima civilización en 2024

He estado pensando mucho en 2023 sobre cuestiones estratégicas fundamentales, más que en ningún otro momento desde el comienzo de Extinction Rebellion. Mi trabajo se centró principalmente en refinar y mejorar un modelo establecido de resistencia civil sobre "cómo causar problemas de forma eficaz". El marco básico era: "Mira, vamos a trabajar juntos para crear una interrupción masiva no violenta y presionar al Estado para que haga grandes reducciones en las emisiones de carbono". Estábamos empujando contra una roca llamada "el régimen del carbono". Ahora, como Sísifo, veo que estábamos condenados a verlo rodar en nuestras caras.
En 2024, estoy trabajando en un marco profundamente diferente: es algo así como: "Mira, el régimen del carbono la ha cagado por completo, así que la crisis climática ya está enquistada. No necesitamos crear una perturbación social masiva porque va a ocurrir de todos modos. El régimen se derrumbará bajo el peso de sus propias contradicciones". ¿Y ahora qué? Tenemos que construir la próxima civilización y evitar que el fascismo nos lleve a un infierno terminal". Un poco largo, pero se entiende la idea.
Ese es el trabajo, te guste o no. Puede que quieras quedarte haciendo tus cositas en el mundo, pero la grandeza está a punto de caer sobre ti. Como dijo Trotsky, puede que a ti no te interese la guerra, pero a la guerra le interesas tú. Algunos tienen el privilegio de ignorar esta realidad, al menos por el momento, pero en 2023 las señales estaban a nuestro alrededor. La situación en Gaza arroja luz sobre la completa idiotez moral del viejo paradigma de violencia y retribución. Resulta abrumadoramente obvio que lo que viene a continuación no puede ser más de eso. Del mismo modo, la última COP hace que 1984 parezca un juego de niños. Destruyamos miles de millones de vidas, pero hagámoslo pasar por un debate sensato". Por último, hace poco asistí a un absurdo juicio "climático" de cuatro semanas donde el poder judicial fue simplemente incapaz de hacer frente a la enormidad de lo que enfrentamos. La destrucción de la humanidad por las emisiones de carbono estaba totalmente fuera de lugar. Demasiado para la "inteligencia".
Pero todo esto ya lo sabemos. La cuestión es, ¿qué es lo siguiente? Para mí, el nuevo concepto central es el "equilibrio", que suena moderado, de ahí su gran atractivo. En el contexto actual, en el que todo está tan desequilibrado y empeora exponencialmente, la noción de equilibrio se convierte en una idea necesaria y paradójicamente revolucionaria. Una revolución equilibrada, como teorizaron Edmund Burke y Thomas Paine, está en realidad en contra de la "revolución", en el sentido de que está en contra del desarraigo de la conexión humana por proyectos utópicos psicóticos, ya sean comunistas, fascistas o ahora "neoliberales".
A lo largo del año, iré esbozando diferentes aspectos de una revolución equilibrada a medida que vaya obteniendo más ideas sobre "cómo hacerlo" a partir del trabajo en diseños prácticos (por ejemplo, cómo celebrar una asamblea pública, cómo llamar a la puerta, cómo presentarse a las elecciones, cómo crear sistemas funcionales de control ético). Como siempre en lo que hago, se trata de convertir la teoría en práctica y la práctica en teoría.
La misión es capacitar a la gente para que vea el panorama general, uno que trascienda las categorías tradicionales de política, economía, conexión social y espiritualidad en favor de una nueva fusión de confrontación y diálogo. En esta época de crisis total, las nuevas formaciones sociales necesitan una ideología global e intransigente. Lo que creemos en la próxima década tiene que ser una entidad nacional e internacional creíble -pensemos en la Iglesia cristiana primitiva, pero sin las partes cutres- que pueda darnos una oportunidad real de sobrevivir.
Una gran parte del proyecto consiste en asumir el liderazgo de la generación más joven para que, a su vez, pueda llevar a su generación a través de la agitación que se avecina con cierto grado de inteligencia y gracia.
Si te interesa el liderazgo y el apoyo, apúntate a mi próxima charla en línea, en la que expondré el plan a seguir y podrás preguntarme a dónde nos dirigimos a partir de ahora. Juntos, tenemos que sacar a la humanidad de este lío.
Puede que sea "demasiado tarde", en cuyo caso, que así sea. Pero puede que no, y mi intuición, por si sirve de algo, es que "aún no hemos visto nada", tanto en sentido negativo como positivo. Muchos de nosotros no queremos irnos suavemente a esa noche extinta. El colapso de la sociedad significa que la revolución es ahora inevitable: la transformación está llegando y depende de nosotros guiarla.
Esa es la bombilla: que la luz sale de la oscuridad.
Les deseo a todos un próspero Año Nuevo. Traiga lo que traiga.
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